Los procesos de fabricación de cerveza y de bioetanol a partir de cereales son muy similares. Ambos convierten carbohidratos (azúcares y almidón) en etanol mediante determinadas levaduras. Sin embargo, si bien el proceso cervecero se orienta a la creación de un producto de consumo con una calidad y sabor determinados, los dedicados al bioetanol se concentran en la cantidad producida.